En un rincón tranquilo de la Costa Blanca Norte, entre Benissa y Moraira, se alza esta encantadora villa con capacidad para 8 personas. Situada en una calle sin salida con muy poco tráfico, ofrece la serenidad perfecta para quienes buscan descanso y privacidad. Desde su soleada terraza, el azul del mar se funde con el verde del valle, creando un paisaje que invita a soñar bajo la sombra de las palmeras.
A tan solo 1,5 km se encuentra la pintoresca Cala Baladrar, y muy cerca podrá descubrir las hermosas playas y calas de La Fustera, Cala Advocat y Moraira. El aeropuerto de Alicante está a una hora en coche, y el de Valencia a una hora y quince minutos, lo que la convierte en un punto de encuentro ideal tanto para vacaciones como para una escapada prolongada.
La villa se asienta sobre una parcela de 1.010 m² y cuenta con 224 m² construidos, distribuidos en dos plantas independientes. En la planta superior (al nivel de la piscina) se encuentra la zona principal de la vivienda: un luminoso salón con estufa de leña, un comedor acogedor, una cocina totalmente amueblada y dos dormitorios con aire acondicionado frío-calor y persianas, además de un baño completo. La estufa de leña convierte las estancias invernales en momentos de auténtico confort, algo muy apreciado por los visitantes de temporada baja.
En la planta inferior, un amplio hall de entrada da paso a dos dormitorios adicionales y un baño. Aquí también se ubican la lavadora, la secadora y un frigorífico auxiliar, garantizando total comodidad. Uno de los dormitorios dispone de aire acondicionado, y tanto las habitaciones como los baños cuentan con mosquiteras.
La vivienda está equipada con bomba de calor y calentador solar de agua, y la piscina (recientemente renovada e iluminada) se convierte en el corazón del jardín. Un espacio de relax con cómodas tumbonas, ducha exterior y una terraza cubierta con mesa y sillas para disfrutar de comidas al aire libre. Además, hay una zona de picnic con bancos, una barbacoa y un trastero privado en una caseta de jardín.
El jardín, de bajo mantenimiento, combina suculentas con un naranjo que cada año regala deliciosos frutos. El acceso es sencillo, sin grandes escaleras exteriores, y dispone de aparcamiento dentro de la propiedad.
Con licencia de alquiler en vigor, esta villa no solo ofrece un refugio mediterráneo lleno de encanto, sino también una excelente oportunidad de inversión gracias a su sólida rentabilidad en alquileres vacacionales. Una joya soleada donde el mar, la tranquilidad y la comodidad se encuentran en perfecta armonía.